San Martín de Trevejo

San Martín desde el mirador de la carretera del Payo
Vista general de San Martín
Desde los miradores que se descuelgan de la carretera que va hacia El Payo, ya en la provincia de Salamanca, podemos disfrutar de maravillosas vistas del valle en el que está enclavado San Martín de Trevejo, a mi humilde entender el pueblo más bonito y especial de toda la Sierra de Gata. Situado en su parte occidental, cercano a la frontera con Salamanca y no muy lejos de la de Portugal, el pueblo carece una gran iglesia semejante a los magníficos templos de Hoyos, Acebo o Gata. Lo que importa de San Martín es sobre todo el conjunto, inigualable. Y ese conjunto adquiere un sabor especial cuando transitas sus calles con una muy bien conservada arquitectura rural mientras el agua corre por ellas con gusto y escuchas a los niños jugar utilizando una maravillosa lengua de origen medieval (a fala). En su preciosa plaza sobrarían los coches, en ella la torre, la fuente y el ayuntamiento destacan junto con la sobria pero elegante fachada del palacio del Comendador.

Plaza de San Martín con fuente en primer término
Plaza de San Martín vista desde los portales

Calle típica 

Comer en su hotel rural y pasear por sus calles, sentarte en verano en un fresco poyo de piedra de los muchos que jalonan las estrechas ruas, leer con curiosidad sus letreros en mañego (a fala), visitar su curiosa fuente de los tres caños (aunque estropeada por cutres pegotes de cemento visto), todo es un placer en un pueblo con un entorno impresionante. A menos de un kilómetro está un viejo convento abandonado en restauración y una ermita que invita al sosiego y la parada; y que decir de esa joya natural que es el castañar de Santa Clara, cuyo recorrido es imprescindible.


Calle típica de San Martín

Campanario y plaza de San Martín

Calle de San Martín con construcciónes típicas

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