El Valle de las Batuecas

El Valle de las Batuecas es Hurdes, aunque le pese a los habitantes de La Alberca, a cuyo término pertenece, aunque le pese a los salmantinos, a cuya provincia pertenece. Geográficamente es Hurdes, sus aguas vierten al río Ladrillar y su paisaje es el auténtico paisaje hurdano, aquel que tuvo que abundar en la comarca hace siglos, antes de que el pastoreo intensivo de la cabra y la acción humana cambiara el entorno. Así debieron de ser hace mucho las tierras hurdanas, sin el maldito monocultivo del pino, con una vegetación autóctona frondosa y con un bosque de ribera maravilloso.




Alcornoques y madroños abundan por doquier, pero también hay tejos centenarios, abedules, alisos, encinas. El río Batuecas, de aguas cristalinas, se mueve serpenteando por entre roquedos por los que se han movido durante siglos los monjes del monasterio, que solían aislarse en las numerosas ermitas que salpican el valle. Su clima, protegido por las paredes de sus montañas, es relativamente suave y atrajo desde muy pronto a los hombres, de ello son buena prueba los restos de pintura rupestre.






En verano la temperatura junto al río, a la sombra del tupido bosque ribereño, es muy agradable. Precisamente en esta estación hice las fotos que os presento. El camino que transcurre por el valle está demasiado transitado los fines de semana veraniegos o en Semana Santa. Aun así, si te alejas un poco de él puedes disfrutar de una calma verdadera, esa calma que los monjes buscaron allí hace muchos años. En los días de diario de la primavera o comienzos del verano la tranquilidad es mayor y el disfrute también. Yo he tenido la suerte de transitarlo en todas las épocas y de conocer algunas de las numerosas ermitas, muchas de las cuales parecen colgar de las rocas y resultan casi invisibles, mimetizadas con el paisaje. Recuerdo una vez mi visita al valle en pleno otoño, lloviendo a mares; por allí anduve, sin nadie, el guardia del parque natural que me encontré me miró como si fuera un fantasma. Mereció la pena, siempre lo merece.



Comentarios

  1. Hola Juan Carlos, Nos gustaría poder utilizar imagenes tuyas para rutas en nuestra web http://www.callerural.com/ citando como no al autor y poniendo un enlace a tu blog.

    Confírmanos si nos das permiso para ello, pues estaríamos encantados. Puedes escribirnos a info@callerural.com

    Un saludo y muchas gracias.

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  2. A los salmantinos no nos pesa nada, disfrutamos de lo nuestro que para eso, lo es. De todas formas allí por Las Hurdes les gusta mucho apropiarse de lo que no es suyo, como el Meandro del Melero que claramente pertenece a Salamanca en sí el meandro y la isla por delimitación del río. Quizás por eso a la gente le encanta ir a Riomalo a hacer la foto clásica en la antigua del territorio salmantino de fondo😉. Disfrutemos sin dividir, un saludo.

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    1. Las Batuecas es geográficamente Hurdes, aunque no discuto que sea administrativamente Salamanca. Pero no olvides que hasta la división provincial de 1833 la provincia borbónica de Extremadura incluía también Sotoserrano, La Alberca y Navasfrías. Lo que quiero decir, es que las divisiones administrativas varían, lo que no varía son las características geográficas. Con respecto al meandro, no es ni de un lugar ni de otro, es de los dos, porque el río es el que hace el meandro, y éste es frontera entre ambas provincias. Es cierto, sin embargo, que la foto clásica del meandro se hace desde Extremadura y fotografía tierra salmantina, y, como tú, no entiendo como se publicita así en las campañas de turismo de Extremadura. Saludos.

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    2. De todos modos, son discusiones vacías. Las Batuecas no son de nadie y son de todos, las puede visitar y disfrutar cualquier persona independientemente de su origen, y los alcornoques y los tejos no le pedirán que certifique su origen. Por suerte, animales y plantas son más inteligentes que nosotros.

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  3. Ah y por cierto, más les valdría cuidar el entorno del Las Hurdes, que llevan años con incendios por doquier, destruyendo toda la comarca y luego propagándose a territorio salmantino, dañando nuestro espacio natural bien conservado.

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    1. La conservación de unos espacios y otros depende de numerosos factores. Uno de ellos, esencial, es de carácter histórico. Las decisiones tomadas por la política de repoblación franquista condenó a Las Hurdes a convertirse en un monocultivo de pinos y a la propagación crónica del fuego casi cada año. Un ejemplo al revés podemos verlo en la comarca de La Vera, en la zona extremeña se respetó el bosque autóctono y su conservación ha sido infinitamente mejor que la parte abulense, en el área de Candeleda, donde se introdujo sin piedad el pinar y periódicamente sufre incendios devastadores. Salud.

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