Niebla en los bosques de la Sierra de Gata


La niebla cubre el Castañar de Ojesto (San Martín de Trevejo)


El bosque cubierto de niebla en el alto Árrago, 
cerca del Puerto de la Golosa (Robledillo de Gata)



Un bosque de robles cubierto por la niebla cerca de Santibáñez el Alto



La noche se cierne sobre el bosque invernal cubierto de niebla cerca de Gata



En el camino de los Castaños bajo la niebla (Hoyos)


No hay tándem más evocador que el que integran el bosque y la niebla. Forman un paisaje sugerente, inigualable, que invita a penetrar en él sin saber a ciencia cierta si podrás salir. Es un escenario envolvente, que consigue que sientas que formas parte de él, como una piedra o un árbol más. Cuando tengo la suerte de andar por el bosque cubierto por la niebla, me sobrecoge el silencio que lo cubre y también la rapidez con la que ese paisaje cambia, por momentos la niebla se levanta ligeramente y comienza a retroceder para luego volver con ganas a rodearlo todo. Pisas las hojas secas, las ramas rotas que abundan en el suelo, mientras te adentras en un mundo de ensueño en el que casi todo adquiere forma espectral. 

Muro de piedra cubierto de musgo entre la niebla (San Martín de Trevejo)


Camino del Puerto de Santa Clara (San Martín de Trevejo)


Viejo camino empedrado escoltado por encinas y protegido por la niebla
(Robledillo de Gata)


La niebla cubre el bosque de encinas, robles y pinos.
Curso alto del Árrago (Robledillo de Gata)



Magnífico roble convertido en un espectro entre la niebla
(Santibáñez el Alto)

Sin embargo, nunca tengo miedo cuando, solo, me adentro en un bosque cubierto de niebla. Por alguna extraña razón, me siento arropado y protegido por el paisaje, los árboles con formas desdibujadas me escoltan y parecen decirme que no tengo nada que temer. En esos momentos, me escucho a mí mismo más que nunca, tomo conciencia de mi respiración, de los latidos de mi corazón, de mis pies enfermos andando sobre un mar de hojas secas. Pocas veces me siento tan vivo.


Bosque bajo la niebla junto al pueblo de Gata



El bosque se vuelve fantasmal a última hora de la tarde (Gata)



Caminando por el Castañar de Ojesto (San Martín de Trevejo)



Paisaje invernal camino del Puerto de Santa Clara
(San Martín de Trevejo)



Viejo muro en ruinas en el bosque bajo la niebla 
(Santibáñez el Alto)


Comentarios