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El mar y la montaña se fusionan en la Serra da Arrábida |
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Serra da Arrábida con Setúbal al fondo |
En un país como Portugal casi todo es bonito. No oculto mi cariño por el país vecino. Siempre que puedo me refugio en él, y no deja de sorprenderme. Está lleno de lugares mágicos y uno de ellos es la Serra da Arrábida, en el distrito de Setúbal, a tiro de piedra de Lisboa. Desde el maravilloso castillo de Palmela podemos ubicar perfectamente la sierra, un paraíso natural rodeado por zonas intensamente humanizadas: el estuario del Tajo y el del Sado. Convertida en parque natural para preservarla de la presión urbanística, la Serra da Arrábida asombra al viajero al precipitarse sobre el mar creando los acantilados más altos del Portugal continental.
En sus valles interiores abunda el alcornoque, en las zonas altas el viento azota y la vegetación se vuelve exclusivamente arbustiva (algarrobo, carrasca, torvisco, etc.), mientras que en las zonas bajas junto al mar la vegetación se torna exuberante. Recorrer el Vale de Barris, transitar la N-10 por Rasca y disfrutar de las vistas desde la preciosa carretera N-379-1 son experiencias maravillosas. Mención aparte merecen sus calas, especialmente la playa de Portinho da Arrábida.
Buscaba en la Serra de Arrábida mucho menos de lo que encontré. Tuve la suerte de hacerlo en unas fechas tranquilas, y es que tengo la sensación de que el desbordante turismo actual puede convertir este impresionante enclave en un calvario en época veraniega. Sus pequeñas playas y sus estrechas carreteras no están preparadas para recibir una ola de turistas fanáticos procedentes de la cercana Lisboa y de Setúbal. Por si acaso, no trataré de comprobarlo.
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Valles interiores de la Serra da Arrábida |
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El océano Atlántico sobre el que se precipita la Serra da Arrábida,
al fondo a la izquierda la península de Tróia |
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La impresionante carretera N-379-1 rasga la montaña en la
zona de mayor desnivel |
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Monasterio de Arrábida y sus ermitas |
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Playa de Portinho da Arrábida |
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Playa de Portinho da Arrábida |
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Andando entre una exuberante vegetación con
carrascas, acebuches, algarrobos y torviscos |
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