Otoño mágico en Sierra de Gata: paseando junto a San Martín de Trevejo y Gata

Robledal entre la niebla en la zona alta del camino al Puerto de Santa Clara
(San Martín de Trevejo)


Caminando por el Castañar de Ojesto hacia el Puerto de Santa Clara


Un castaño protege con sus ramas el camino al Puerto de Santa Clara


Noviembre es el mes más especial en la Sierra de Gata. El bosque se transforma y el paisaje se vuelve embriagador, los caminos se cubren de un manto de hojas y el musgo viste a las piedras y los troncos en los lugares más húmedos. 

El azar impone sus tiempos. Dependiendo de los caprichosos meteoros, la metamorfosis llega antes o después, aunque siempre en el penúltimo mes del año. Algunos años, el verano penetra con vigor en octubre y lo retrasa todo, otros todo se recoloca en el cambiante clima mediterráneo y el frío llega cuando tiene que llegar, entonces la caída de la hoja comienza a comienzos de noviembre. Estas fotos son del último fin de semana de ese mes, el otoño estuvo en su esplendor la semana anterior pero todavía mostraba su mejor cara.

Esa mañana miraba por la ventana de mi refugio en la montaña y no me decidía, tantos sitios bonitos que recorrer y tanto poco tiempo para hacerlo. Decidí pasear por dos de mis lugares preferidos: el camino del Puerto de Santa Clara, en San Martín de Trevejo, y los alrededores de Gata, en las faldas de la montaña que corona la Almenara, la emblemática torre medieval que señorea sobre todo el área central de la Sierra. 


Bosque otoñal junto a muro caído cubierto de musgo



Los imponentes castaños centenarios conocidos como "los abuelos"



Un mar de hojas cubre el suelo en las partes altas del Castañar de Ojesto



Jóvenes robles cubiertos de líquenes en las cercanías del Puerto de Santa Clara



Vistas del Val de Xálima desde el Puerto de Santa Clara



Musgo, hojas y castaños en el Puerto de Santa Clara


Prefiero hacer el camino por el Castañar de Ojesto hacia el Puerto de Santa Clara en sentido inverso. Parto del Puerto y bajo hasta los maravillosos abuelos, esos imponentes castaños centenarios que impresionan al caminante que recorre el bosque entre árboles jóvenes y, de pronto, es sorprendido por la presencia de tan formidables árboles. Tanto si vengo de abajo, del pueblo de San Martín, como si lo hago desde arriba, siempre me detengo junto a estos viejos colosos para saludarlos y compartir con ellos unos minutos de descanso. En otoño el paisaje es desbordante, en las zonas bajas el amarillo es el rey, en las zonas altas lo son el rojo y el ocre. El camino se cubre de un profundo manto de hojas que hace difícil caminar pero no pasa nada, lo tomamos con calma, vamos despacio disfrutando del silencio, escoltados por miles de árboles y sus pétreas amigas cubiertas de musgo.

En Gata el paisaje es más diverso. Quizás menos imponente, pero más entretenido. Robles y castaños se mezclan con pinos que con su perenne verdor multiplican el juego de colores. De todos modos, hay lugares donde el bosque caducifolio lo domina todo y es allí donde yo me sumerjo en otoño. Por veredas desconocidas por los turistas, estrechos senderos que no forman parte de ninguna ruta señalizada, logras entrar en pequeños paraísos solitarios donde casi nadie pisa y el sosiego es insondable. Estás a solo unos minutos andando desde el pueblo, pero parece que estás a muchos kilómetros de cualquier habitado. Allí voy siempre a encontrarme en mi cita anual como mi querido otoño y allí lo disfruto como la primera vez, con los ojos y la boca muy abiertos, sin querer perderme nada, extasiado. 



Maravilloso castaño junto a Gata



Llegando a Gata por un camino cubierto de hojas de álamos



El musgo cubre troncos y piedras en el bosque bañado por los rayos del sol.
Muy cerca del pueblo de Gata



Helechos secos y castaños vestidos de otoño cerca de Gata



Carretera de Gata a Torre de Don Miguel



Un bosque de castaños, robles y pinos en las laderas de la Almenara de Gata



Vieja entrada de una parcela abandonada y fagocitada por el bosque



Troncos de castaños y pinos cubiertos de musgo en las cercanías de Gata



En el bosque otoñal junto a Gata

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