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Buscando castañas en los bosques que rodean Gata |
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Erizos, ramas y hojas secas de castaño |
Para mí octubre es sinónimo de recogida de las castañas. Todos los años no falto a mi cita. Antes de que el bosque se transforme y se engalane de amarillos, ocres y rojos, el castaño se carga de frutos que a lo largo de las últimas semanas de octubre maduran y cubren el suelo con una alfombra de erizos que se abren y liberan las ansiadas castañas.
Esas castañas que un día fueron parte importante de la dieta y la economía de los pueblos serranos extremeños, me esperan todos los años con el comienzo de las primeras lluvias.
Reconozco que no me apasionan, nunca las como fuera de la Sierra. Sin embargo, para mí es un ritual recorrer los senderos en busca de ellas y luego sentarme mientras las pelo y me las como, sin prisas, debajo de la copa de un castaño, usando mi navaja de siempre. Allí, entre montañas, me saben a gloria, me enfrasco en la tarea de pelarlas y las engullo con fruición mientras disfruto del paisaje y oigo, de cuando en cuando, como otro erizo cae a suelo quedando entreabierto y dejando entrever su cargamento de castañas.
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Transitando por estrechos senderos en busca de castañas |
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Buscando castañas bajo una lluvia fina y tranquila |
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Castañas y erizos junto al tronco de un árbol muerto |
Aunque en ocasiones las busco por San Martín de Trevejo o Robledillo, generalmente no me voy lejos para encontrarlas. Los días que salgo a por castañas suelo quedarme por los alrededores de Gata, transito por el camino de La Manforta o me interno en el bosque mixto que separa la Almenara de la localidad.
Mi magosto o calbotada particular se convierte en ideal si encima llueve y cuanto más, mejor. Las fotos que aquí os dejo son de los alrededores de Gata y de la zona de Robledillo, hechas en un fin de semana lluvioso en el que el bosque se vistió con todas sus galas para recibir al otoño y me permitió recoger castañas mientras mis sentidos se extasiaban con los primeros olores y colores de la nueva estación. Fue solo un adelanto, en un mes, a mediados de noviembre, los bosques caducifolios sierragatinos se mostrarán en todo su esplendor.
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Erizos en un castaño |
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Castaños cuajados de erizos en las cercanías de Robledillo |
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Precioso castaño cargado de frutos cercano a Gata,
fotografiado bajo una intensa lluvia |
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Castañas, erizos y ramas de castaño |
Qué paseos tan hermosos y qué naturaleza tan apetecible. Enhorabuena por el blog, respira amor por la zona, mi sierra, esa tierra que me acogió y en la que fui feliz. Ahora ya de vuelta a España podíamos fijar un día para vernos y darnos un paseo por Trevejo,, Villamiel, Gata...tú marcas la ruta, yo llevo algo para compartir, además del encuentro. Un abrazo, Juan Carlos.
ResponderEliminarEso está hecho. Ya buscaremos un día. Salud.
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