Ruta por la Dehesa de Abajo de Cadalso

Río Árrago a su paso cerca de Cadalso, junto a las piscinas naturales

Llovía a mares y yo andaba sumergido en pleno monte, en la zona del arroyo de las Pilas, entre Cadalso y Descargamaría. Tres perros, entre ellos un mastín de gran tamaño, me obligaron a retroceder y, ya en el coche, decidí improvisar eligiendo un camino no lejano que aparecía en mi mapa topográfico. De momento, sigo sin utilizar GPS y exploro de forma tradicional, con mi viejo mapa topográfico, mi palo y mi vieja mochila de pana a cuestas.
El camino parte de las afueras de Cadalso, desde el puente que cruza el río Árrago justo donde las piscinas naturales llenan de bullicio los días de verano. Sin embargo, ese lluvioso día de mediados de marzo no había un alma por aquellos parajes.


Camino ascendiendo junto a un olivar


Vistas de la Sierra de la Almenara desde el camino


Comienzos de la primavera


El trayecto  se recorre en menos de hora y media y comienza paralelo al río Árrago,  por un tramo inicial de un camino rural asfaltado que después de 20 minutos andando abandonamos tomando una pista estrecha a la izquierda. En el camino nos encontraremos varias bifurcaciones y siempre eligiremos el camino izquierdo. La ruta es circular y en algo más de una hora estaremos de nuevo delante del puente sobre el río Árrago.
Durante el camino disfrutamos de bellas vistas de la Sierra de la Almenara, Sierra de las Pilas y Santibáñez el alto y nos movemos por un paisaje que comienza en zona de valle, siguiendo el curso del río y termina asciendo por un tupido bosque de pinos acompañado de un denso matorral de brezo, solo roto por la aparición esporádica de algunos olivares, pequeños bosquecillos de robles y algún que otro castaño.


Un robusto castaño rodeado de brezo en flor


Lloviendo entre pinos y castaños en un momento del trayecto


El último tramo del camino es una pronunciada bajada por una ancha pista. Al ser circular, puede ser el final o el comienzo de la ruta. Yo recomiendo que sea lo primero: el ascenso de esa cuesta final es extenuante e innecesario; sin duda, es mejor bajarla. 
No es un camino difícil pero no está señalizado. Es simplemente una buena excusa para un bonito paseo por los alrededores de Cadalso. El día que yo lo descubrí el ambiente plomizo, la lluvia intensa a ratos y los primeros olores a primavera lo convirtieron en una experiencia mágica.

Bajada final hacia Cadalso, con la Jañona al fondo


Llegando a las piscinas naturales de Cadalso. La Sierra de las Pilas al fondo.

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