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Arquitectura tradicional |
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Un rincón de Robledillo |
Si un pueblo de la Sierra de Gata es conocido, ese es Robledillo. Repleto de casas rurales, su visita parece obligada. Un puñado de vecinos convive con los numerosos turistas que lo colonizan en los puentes y festivos.
Tengo que reconocer que es un pueblo bonito. Conserva la arquitectura rural como ningún otro y forma un conjunto destacable en el que sobresale su original iglesia, sus bellos rincones o sus pasadizos junto al río. El pueblo es como un laberinto ideal para los juegos infantiles. Desde su gélida piscina natural un sendero a modo de circunvalación te lleva hacia la iglesia y te permite hacerte una idea de la ubicación del pueblo, hundido en un recondito rincón del valle del Árrago.
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Pasadizos junto al río |
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Paisaje desde los pasadizos junto al río |
A pesar de sus atractivos, hay algo en el pueblo que no me convence. Le falta vida y la autenticidad de otros preciosos pueblos de la comarca como Hoyos, Gata o, sobre todo, San Martín de Trevejo. Tiene algo de parque temático, hay demasiados turistas para tan pocos nativos. No me gustan los lugares excesivamente turísticos, creo que pierden algo de su alma. Por eso, intento visitar el pueblo en días tranquilos y aún así, cuando paseo por sus calles siento cierta vergüenza, no quiero parecer uno de los muchos guiris que lo inundan haciendo fotos.
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Vista de Robledillo con la Sierra de las Pilas al fondo |
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Robledillo y el Puerto Viejo en otoño |
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Ayuntamiento visto desde la Iglesia |
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Iglesia con original planta hexagonal |
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